La Traviata, Opera e Lirica
La Traviata de Giuseppe Verdi es la historia de la malograda relación amorosa entre Alfredo Germont y la cortesana parisina Violetta Valéry, enferma de una de las enfermedades que abatió Europa en el siglo XIX, la tuberculosis. Temiendo por la reputación de su familia, Giorgio, el padre de Alfredo, obliga a Violetta a romper la relación.
Inconsciente del papel de su padre en la ruptura, un consternado y enfadado Alfredo se enfrenta con Violetta; su padre, sintiéndose ahora culpable, revela su engaño. Alfredo y Violetta se reúnen para un último momento de felicidad antes de que la joven amante fallezca.
Estrenada en el Gran Teatro La Fenice de Venecia en 1853, La Traviata es una obra crucial en el repertorio operístico, que marca la transición entre las rigurosas convenciones formales de la ópera, establecidas por compositores como Rossini o Donizetti, y un acercamiento más fluido donde la música y la historia se entremezclan dando como resultado una obra dramática. La Traviata, una verdadera obra maestra de la era romántica, representa el amor y el talento de Verdi para crear hermosas melodías, representadas en la muy querida aria Sempre libera y en el dueto Libiamo ne’ lieti calici (popularmente conocido como “Brindisi”). El eterno poder de atracción de Verdi es tal que, más de un siglo después de su fallecimiento, sus óperas siguen siendo representadas más a menudo que las de ningún otro compositor.
El lugar escogido para la representación de esta producción de la obra de Verdi no es otro que la iglesia de San Pablo Intramuros (San Paolo dentro le Mura) de Roma; famosa por acoger eventos de música clásica de gran calidad así como por poseer una de las mejores acústicas de la ciudad, esta iglesia es uno de los lugares más íntimos para apreciar las maravillas de la ópera.