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    El Murciélago, Ballet de Roland Petit

    El Murciélago, Ballet de Roland Petit

    Cualquiera que haya visto el Concierto de Año Nuevo retransmitido desde el Musikverein de Viena sabrá lo que es disfrutar de los inimitables valses de Johann Strauss hijo interpretados por el Ballet Nacional de Viena (Wiener Staatsballett). Naturalmente, Strauss no escribió su música sólo para que fuese tocada en conciertos sino también para que fuese bailada en fiestas y reuniones sociales en la ciudad que fue su hogar.

    En 1874, Strauss escribió Die Fledermaus (El Murciélago), su tercera opereta – de las que completó – cuya acción capturó a perpetuidad la magia de las salas de baile vienesas del siglo XIX. Tema que podríamos considerar propicio para la creación de un ballet, la música de Strauss sin embargo no fue consagrada completamente a la danza hasta 1979, con La Chauve-Souris (El Murciélago), la versión que el célebre coreógrafo francés Roland Petit realizó sobre dicha opereta.

    Creado para el Ballet National de Marseille y representado por primera vez en la Ópera de Montecarlo, El Murciélago de Petit es un eterno favorito en el repertorio de las compañías de ballet de todo el mundo y se dispone ahora a iluminar el escenario de la Ópera de Roma.

    Transponiendo la trama de Austria a Francia, entorno más acorde con Le Réveillon, vodevil de Henri Meilhac y Ludovic Halévy en el que se inspiró Strauss para su opereta, Petit fue capaz de añadir un poco más de sensualidad y de escalofríos a este ballet que lo que habría sido apropiado para la Viena de finales de los años 1800. ¡Incluso hay un cancán!

    El argumento nos presenta a Johann quien, a pesar de la belleza de su esposa, Bella, se ha aburrido de ella, y pasa su tiempo libre en Maxim’s con la esperanza de seducir a alguna otra mujer. La hermosura de Bella, sin embargo, no pasa desapercibida ante los ojos de Ulrich, el tutor de los hijos del matrimonio. Pero cuando ella rechaza sus avances, éste decide llevar a Bella a Maxim’s, disfrazada, por supuesto, para demostrarle la infidelidad de Johann.

    Desafortunadamente para Ulrich, todos se ven cautivados por Bella, incluyendo su marido, que está disfrazado de murciélago. El tutor crea entonces un incidente por el cual Johann es enviado a prisión. Finalmente, Bella consigue liberar a Johann pero le corta las alas para poner fin a su carácter mujeriego.

    El ballet de Petit es clásico en su forma pero totalmente moderno en sus sentimientos, sobre todo en el increíble pas de deux realizado por Bella y Johann en su celda, con Bella cambiando sus coloridos trajes de Maxim’s por un simple bodi. Si la intención del coreógrafo era que viésemos a Bella desnuda o espiritualmente pura, es decisión del público, pero lo que no puede negarse es el efecto que produce: una perfección de exquisitez absoluta.




    image Ópera de Roma / Silvia Lelli / Teatro dell'Opera di Roma